Abismo
Que es que nos habíamos encontrado tres vidas atrás me habías dicho en el baño de la disco y que yo te dije no me acuerdo de nada así que a otros con ese cuento, esa era la historia que me tratabas de vender mientras todavía nos amábamos en aquella cama destartalada de nuestra juventud y que recordaste veinte años después mientras nos tomábamos el café en el que yo me disculpaba por haber sido como fui y vos nunca te disculpaste por nada, por eso te dije que terminaríamos pasando de largo uno a la par del otro en alguna calle, después de haber huido de los monstruos que ayudamos a crear y que, por una rara coincidencia de la vida, ambos habíamos pintado con horrendas y baratas crayolas de colores en la escuela mientras soñábamos lo que pasaría si encontrábamos a un amigo que fuera tan amigo como hubiera querido que un amigo fuera, con ese vocabulario pobre de la infancia y la esperanza tan abundante como la que teníamos cuando nos fuimos a vivir juntos porque eras mi familia y ambos f