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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Quietud

La velocidad se apodera de las carreteras. Autos innumerables dan vueltas acompasadas en las rotondas de esta ciudad mosaico. Miles de personas toman desesperadamente las calles, los buses, los taxis. Picos y palas entran pesadamente en la tierra con un ritmo hipnótico. Y las nubes... , esos habitantes de las premoniciones, se desplazan como en sueños por el cielo. Yo me quedo quieto. Espero. Nada parece perturbar las conocidas rutinas. Siento resonar las almas en mi interior llenas de rabia, tristeza y esperanzas. Yo mismo soy una cavidad llena de armónicos inesperados. Imposible identificar una hebra de identidad mas que esta forma de sentir, de observar, de esperar... Pronto llegará el bautizo de la velocidad para mí. Seré una partícula más entre las innumerables que pueblan este universo extraño desesperado por las premoniciones.

Misterio

El pie que busca la cálida madera del escenario. Ese lugar donde resucitan y se consumen las voces de otro lugar. Donde la palabra persigue las sombras escondidas entre las dimensiones y el cuerpo les da un lugar en la experiencia. Lleno de la ardiente expectativa, el corazón se encoge ante el oscuro primero y poco a poco hace de las almas convocadas una nueva familia. Es así como nos reconocemos lejos de las máscaras, gracias a las máscaras.

Sábado

Tres horas en insulsas pesquisas y ahora: una hoja de papel. Hay derrotas que se vuelven endémicas en ese lugar del adentro donde se cuecen los sueños. Se hace indispensable dejar que la vida como es se disipe en una gran conflagración de esperanzas aladas. Entonces, rescatar a los humillados, heridos, mutilados, olvidados y reinventar la historia de este micro-mundo que es mi mirada.

Evanescencia

Entonces es así como la vida que era se acaba. Una tubería bloqueada. El relleno de una almohada dinamitada en la habitación. Filas de hormigas trepando las paredes e hilos plateados de babosas que reflejan los rayos del sol. Una general apatía y paredes amarillentas silbando sus propias tonadas melancólicas. Noches sin estrellas y sueños sin recuerdos. Miradas vacías hacia un horizonte que es solo una idea y especies nuevas de emociones que parecen importadas. Vuelven las sombras de amores y desgracias buscando un lugar en la tumba de lo que ya pasó. Igualmente las siete plagas harán de las suyas preparando la llegada de un tiempo que está por resucitar. Así, la vida que era se acaba. 

Jazz

Ese jazz tan extraño. Como si mi alma se moviera por el cuarto estrecho de una arteria y se fuera a dar la vuelta por todas las carreteras. De repente, siento la nostalgia de vidas que supongo ajenas. Y pienso en vos por un momento y brindo porque hayan indispensables gotas de felicidad en tus mañanas y un amor seco y cálido al anochecer. Así siento paz con respecto a ese pasado que tiende a parecer extraño como ese jazz en blanco y negro.

No es

Descubrir que esta reja frente a la que estoy no es una reja. Que la lluvia no es sino un manojo de océanos o los charcos portales al cielo. Que mi rostro no está hecho de carne, sino de pensamiento. Que la línea que separa las horas es mi desesperación por el sueño. Que andar una acera es bordear un enigma o que el zacate fresco es el compromiso de la vida con el tiempo. Y así, el mundo que sería mundo el día de hoy es la llamada de una esperanza que se esconde en los resquicios de lo contingente.

Cambiar de estrategia

Disección de la realidad. Sin asco. Para los apasionados de las dimensiones. Se identifican, en primer lugar, las inconsistencias. Se interrogan los sueños y las marcas de nacimiento. Se cartografían las señales de la voluntad y se levanta un plan maestro. Luego se vislumbran las larvas y habitantes del más allá para dar un diagnóstico sobre el pasado; esa elusiva narración sobre la vida. Al final, todo ha quedado engavetado en tarros más o menos grandes con pintorescas etiquetas. Igual no sabe uno de qué se trata vivir. Para la próxima ocasión, supongo que la clave está en dejar ir esas realidades insuficientes y comenzar a inventar ese mundo en el que existan los brotes y gérmenes de la felicidad.

Un momento

No es una espera. No hay anticipación por algún evento que se trasluce en las causas y efectos de lo visible. Siento el cuerpo dilatarse y, es cierto, hay un sol en algún lugar de ese arriba interminable. Bien podría terminar hecho raíces o un aleteo brillante en alguna mañana de la historia. No tiene importancia, o tiene tanta, que bien podría sacrificar glorias y reinos por ese cálido lugar del ahora.

Insomnio

Los viajes oscuros de la madrugada son puro deporte extremo. Se pone en riesgo la cordura atada de un dudoso paracaídas. Luego, querés lanzarte directo al sueño pero te resbalas por el tiempo de la extraña realidad y todo es un cuentagotas. Es así como llega la tenue claridad del día. ¡Ya para qué! Te has convertido completamente en una bestia de ojos colorados y púas en todos los hemisferios.