Delirio

 Se me levanta en translúcidos pergaminos toda la piel. Me desintegro por completo. Vacías hojas que están por nada. Todos, por fin, se han ido. Se queda la madrugada. Yo me repito que te he olvidado y tu recuerdo se repite como una negra caja de música. A tus ojos, que brillan en la oscuridad, les digo: "Quiero morir de una muerte buena y saludable". Pero he ahí que el nuevo día ya comenzó a infectar todas las superficies. ¡Cuánto quisiera haber estado en la calle! En la muerta de hambre, frente a un pinto y rodeado por las criaturas de la noche. En cambio, estoy hundido en mi extraña comodidad, frente a mi vida, rodeado por aquellos seres que no volví a ver. ¿Qué habrá sido de Maylin? ¿Dónde está Johannes? ¿Y Chito? Se prende la memoria entera. Esas hojas nunca escritas se convierten en cenizas. Ya no sé si acababa de desayunar en la muerta de hambre... o si me preparaba para un último adiós. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ecología del adentro

Abismo

Aquellos lugares