A propósito de "Weekend"

No es que uno va por la vida pretendiendo encontrarse una película así o asá, que te diga algo importante o que, de repente, te haga redibujarte (redraw) o algo así. Uno no tiene ese propósito. Pero, a veces, sucede. Te metes en alguna selva cibernética o visitás un blog que te da un enlace o, simplemente, te lo dijo alguien en un video en youtube. Uno no pretende verse en el mismo espejo del baño del personaje; pero pasa. Uno no cree que esa imagen registrada pueda enamorarte o en una sola caricia hecha encuadre hacerte sentir importante, o sea, que existís en esa dimensión oculta de lo humano. La película te hace un pequeño rincón para vos, como si estuvieras en casa de un amigo y mientras te cuenta lo que le pasó a Russell o Glenn, te escucha; porque las historias de uno están también ahí. No es que uno pretenda identificarse, pero cómo no pensar en esa conversación truncada o aquel beso fallido. Si ya, de por sí, me he sumergido en su breve esquina, con las luces tenues y esa amargura previa por un mundo que parece jugar al destiempo, cómo no ofrecer latidos al amor y sangre a la espera, sudor a la fiesta y lágrimas a la resignación. Efectivamente, sobre todo las lágrimas. Porque las voces te hablan de misterios que son un salto, el fondo de una piscina, una montaña sagrada. A veces, todo eso concentrado en la pequeña distancia de la desnudez de dos cuerpos que se acercan porque el Big Bang.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ecología del adentro

Abismo

Aquellos lugares