Abalorios

Los días y sus horas brillantes. Vivir es como escoger entre abalorios mezclados en una pasamanería con la torpe mano de un niño de dos años. Uno quisiera que esta hora del día o aquella fueran así o asá. Pero lo que retenés de la caja es algo completamente diferente. Uno va haciendo así el rosario que va de la mañana a la noche siempre con una oración guindando de la lengua. Antes de dormir, uno se dice tranquilamente que es imposible tener dos años para siempre y que escoger abalorios no es lo único que se puede hacer con la vida.

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