Lluvia y un disfraz

El mundo se cubre de inocencia esta noche de lluvia. El tenue velo de los finales nos desarma porque, ¿quién se atrevería a acusar al héroe que nos salvó de esa ansiada destrucción? Todo final tiene una promesa de eternidad. Pero siempre hay un lunes, otro amor, una nueva tentación... Aferrados a nuestro disfraz de "ahora soy diferente", comenzamos un nuevo cuento para ingenuos. Ese cuento se relata las noches de lluvia sin más testigos que la profunda nostalgia por la vida que pudo ser. 

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