Mañana de viernes
El suave frío de esta mañana de viernes. Después del feriado, parece que nadie se decide a comenzar con las carreras de siempre. Breve time out. Sólo las aves cantan el círculo de la existencia. Casi inquebrantable. Yo mismo doy vueltas compulsivas por el pasado y repaso con dedos temblorosos los amores que no fueron. Por lo menos hay sol, me digo, aunque todavía no siento su calor. Quisiera sustituir tantos miedos por alguna premonición, pero el futuro, como lo saben todas las sibilas, es una trampa para ingenuos. Es ahora, justo ahora, que se acaba esta pequeña disgresión y voy a entrar de lleno en la corriente ineludible del día.
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