Después

¿Qué ha sucedido? Un silencio posterior al evento. Nada más. Nada que pueda decir. No existe nada tranquilizador que pueda dar un sentido a esto. El pensamiento está detenido en una orilla distante y solo escucho el sonido insistente del corazón. En la soledad absoluta donde el otro soy yo mismo quisiera simplemente gritar. Como para agudizar el vacío de los abrazos deshechos, de las miradas que ya no tienen objeto. En la lenta marcha de estos instantes, te extraño.

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